En el marco del Día Internacional de la Mujer, conmemorado cada 8 de marzo, queremos destacar la importancia de la perspectiva de género en la legislación argentina y el compromiso asumido por el Estado argentino para garantizar los derechos de las mujeres y la igualdad en sus políticas públicas.
A lo largo de los años, la Argentina ha ratificado tratados internacionales y sancionado leyes internas por medio de las cuales se comprometió a alcanzar la igualdad con acciones positivas en protección de los derechos de las mujeres, a respetar la orientación sexual y la identidad de género de las personas, así como visibilizar los patrones socioculturales que situaban a las mujeres y al colectivo LGBTTTIQ+ en desventaja.
A continuación, se presentan algunas de las normas nacionales e internacionales que protegen los derechos de las mujeres y las diversidades de orientación sexual e identidad de género.
Debemos destacar en primer lugar a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), ratificada ya en el año 1985, que establece la obligación de los Estados de eliminar la discriminación contra las mujeres en todos los ámbitos.
En segundo lugar, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, más conocida como la Convención de Belém do Pará, ratificada por nuestro país en 1996, la que compromete a los Estados a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Ya en el ámbito interno, las leyes de matrimonio igualitario (ley 26.618) y de identidad de género (ley 26.743) tocan las fibras más importantes hablando de igualdad de derechos, respetando el propio plan de vida de cada persona conforme su orientación sexual y su identidad de género.
La ley de Educación Sexual Integral (ley 26.150) establece la obligación de incluir la educación sexual integral en las currículas escolares, dando cuenta de que es una forma de prevenir la violencia en todas sus formas desde muy temprana edad, así como de que niños, niñas y adolescentes aprendan a cuidar sus cuerpos y conozcan las herramientas para que puedan denunciar en caso de que hayan sido vulnerados sus derechos.
Asimismo, la ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (ley 26.485), que define la violencia, estableciendo tipos y modalidades y establece la obligación del Estado de prevenir, sancionar y erradicar cualquier forma de violencia contra las mujeres.
En este sentido, resulta importante destacar que Argentina desde hace varios años entendió que había que combatir la desigualdad estructural existente entre los géneros y los estereotipos de género comenzaron a verse más presentes en nuestra sociedad, siendo esto un camino empezado por los feminismos y que, poco a poco, se reflejó en gran parte de la sociedad que acompañó cada una de las luchas y conquistas.
Argentina ha avanzado significativamente en la protección de los derechos de las mujeres y las diversidades. Sin embargo, aún hay mucho trabajo por hacer para garantizar la igualdad y no discriminación en todos los ámbitos.
Garantizar los derechos de las mujeres es fundamental para lograr una sociedad más justa y equitativa. La igualdad de género es un derecho humano básico que permite a las mujeres acceder a oportunidades y recursos sin discriminación. Sin embargo, en muchos lugares del mundo, las mujeres siguen enfrentando barreras para ejercer sus derechos, como la violencia de género, la discriminación laboral y la falta de acceso a la educación y la salud. Garantizar los derechos de las mujeres es esencial para romper estos ciclos de discriminación y lograr un futuro más próspero y equitativo para todas las personas.
Por su parte, garantizar los derechos de las personas LGBTTTIQ+ es crucial para proteger su dignidad y bienestar; ya que enfrentan profundas discriminaciones y violencias, lo que puede llevar a problemas de salud, aislamiento social y exclusión económica, entre tantas otras consecuencias. Garantizar los derechos de las personas LGBTTTIQ+, como el derecho a la igualdad, la no discriminación y la libertad de expresión, es fundamental para crear un entorno seguro y acogedor para todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. Al proteger los derechos de las personas LGBTTTIQ+, podemos promover una sociedad más inclusiva, respetuosa y justa para todas las personas.
Para ello, la sociedad toda debe acompañar este cambio y la abogacía en particular , dado que es nuestra función garantizar el acceso a los derechos de todas las personas, especialmente de quienes forman parte del colectivo de vulnerables.
COMISIÓN DE GÉNERO Y DIVERSIDAD